Perú: Rumbo a una Sociedad Intersubjetiva con Conciencia

Mucho nos llenamos la boca diciendo que nuestro país es demócrata, sin embargo, cada día se presentan ante nosotros diversos casos de corrupción pobreza extrema y por ende de indiferencia por parte del gobierno hacia el pueblo.
La democracia significa igualdad desde los aspectos más básico del sujeto como es su capacidad de crítica y expresión, rasgos que se ven muy poco hoy en dí, por lo contrario, el pobre se encuentra sin voz ni voto y eso por múltiples aspectos que se presentan al encontrarnos en un país subdesarrollado, sobre todo en educación, la cual es la base del desarrollo de una sociedad.
El peruano se ha malacostumbrado a echarle toda la culpa al gobierno, las encuestas cada vez expresan el desacuerdo del pueblo con la manera como se desempeña este. Sin embargo, es el único medio de expresión anónimo.
Debe ser el mismo ciudadano el que olvide el conformismo y el desinterés por el otro y se exprese libremente, no solo para pedir un aumento de sueldo sino para pedir por sus derechos, no solo propios sino del que menos tiene, el pobre y el olvidado.
Un país que vive en democracia es aquel que permite un sociedad intersubjetiva. Con la creación de instituciones y asociaciones en la sociedad se puede mejorar el país, uno preocupado por el que no tiene y sin exclusiones, que cada peruano sea el protagonista de su futuro; esto se dará solamente si cada uno se compromete usando su derecho de ciudadano, dando prioridad a la mujer y al niños pobre y erradicando el racismo y las diferencias que ya han causado tanto daño al nuestra sociedad.
Actualmente, cada vez más se escucha de organizaciones comprometidas con el desarrollo del país, ONGs o empresas que ya no se preocupan solamente por enriquecerse, sino que también por el país que le da cobijo.
Las empresas como personas jurídicas, y por ende como ciudadanos, pueden también dirigir su mirada hacia su responsabilidad social que tienen con el Perú. No dejar en filantropía su ayuda sino llevarlo más allá, si bien no podemos esperar a tener un país de ángeles, que solo hagan actos buenos por que así lo son, sin ser más astutos y dejar que estas empresas si bien buscan más ganancias y su bienestar propio, han razonado y tomado como estrategia la Responsabilidad Social para si llegar a su público, se han preocupado por los daños colaterales y las "externalidades" generadas por su empresa para ayudar a los que no pueden expresarse y proteger el entorno donde se encuentran, determinación que mejora el país y el medio ambiente. Son estas escasas buenas intenciones las que con fe se seguirán insertando en nuestro país, convirtiéndose en costumbre y ejemplos no solo para otras empresas sino para cada ciudadano y para el gobierno.
Son este tipo de organizaciones a las que debemos dirigirnos y ser conscientes que todos y cada uno de nosotros somos autores y también responsables del silencio y la desigualdad que existe en el Perú y debemos tomar cartas en el asunto. En primer lugar debe haber un compromiso y así poner en práctica nuestra ética de segunda generación: el encuentro con una sociedad más justa y sostenible, "es posible habitar una sociedad de demonios, con tal que la riga un poco de inteligencia" y la característica del hombre de relacionarse (sociabilizar) con el otro le permite conseguirlo.___________________________________________________________________
Imagen Descargada del fotoblog de Mafalda