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domingo, 10 de febrero de 2008

“El Despertar del Cono Norte”


Muchos años atrás el cono norte era un solo distrito, Carabayllo, además abarcaba la zona de Ancón y Puente Piedra. En 1921, una parte de Carabayllo, las tierras de la ex-hacienda Nuestra señora de la Guía o Portada de Guía se anexa al Rimac para luego ir desmembrándose en los distritos que ahora conocemos:

En 1927 se independiza Puente Piedra
En 1948 se independiza San Martín de Porres
En 1960 se in
dependiza Independencia, su nombre era Pampa de Cueva o El Ermitaño
En 1961 se independiza Comas
En 1988 Los Olivos se independiza de San Martín de Porres.
Entre la déca
da del 60 al 70 nace Ventanilla.

Fue en la década del 60 que los inmigrantes que llegaron del interior del país a la capital buscando de una mejor calidad de vida, ante la necesidad de una vivienda se orientan hacia el cono norte y es Carabayllo el dstrito que acoge a muchos de ellos en sus zonas eriazas, agrupándose en aquel entonces en diversas asociaciones de propietarios.

Nunca me había puesto a pensar en las características y diferencias de la población de esta parte de Lima con respecto a el resto, quizá porque no le había tomado importancia al asunto, hasta que hace un año pasando en la custer que diariamente me trae de la universidad a mi casa caí en cuenta de una realidad que me hizo reflexionar acerca de la idiosincrasia de los Conos, específicamente del Cono Norte donde yo resido, tomando la decisión de tomar notas, después de algunos meses puedo escribir mi experiencia y mi punto de vista.
Aquel día pude apreciar un suceso del cual me había escapado en varias ocasiones, era la inauguración de un nuevo local comercial, un supermercado, el nuevo Plaza Vea de los Olivos, que a pesar de haber sido antes un Santa Isabel que redujo sus ventas, y de tener una menor escala con respecto al Metro y a toda la Zona Comercial del límite entre Independencia y Los Olivos, logró aglomerar un grupo importante de personas que pugnaban y hacían largas colas por ser los primeros en conocer la novedad del momento.
Este fenómeno me interesó sobremanera y decidí extender mis conocimientos a toda la Zona Comercial. A pesar de que yo arribo constantemente a estos lugares para adquirir artículos de primera necesidad así como también por diversión, la cuál debo admitir es muy diferente a la que se disfruta en otros Distritos, nunca observé tan a fondo a la gente y su comportamiento, sabía de “vistazo” que no necesariamente era gente de la mejor posición económica ni social pero este grupo definitivamente tiene un poder adquisitivo grande y que va en aumento, los cuales no necesariamente requieren de productos de gran calidad y es precisamente la carencia de ésta calidad y la indiferencia de los consumidores a sus derechos como tales. Es ésta problemática en la que me interesé.
El nuevo rostro de los conos de Lima es una mezcla de cumbia y música electrónica, Dina Páucar y Shakira, pizza y caldo de gallina al paso. Según estudios sociológicos se ha identificado hasta tres generaciones en el Cono Norte. El que recién llegó a la capital creció con la mentalidad conservadora propia del andino, mientras que la segunda generación tuvo menor influencia rural y se sintió más citadina. La tercera, que es la mayoría, está entre los 20 y 25 años y ya no se considera migrante, forma parte de la nueva Lima, y en los conos más de 50% de la población está por debajo de los 25 años. Jóvenes con muchos deseos de superación, fruto de familias humildes que se han abierto camino y suelen subir de clase económica para ser parte de un nuevo grupo de clase media pujante.
Llegué al meollo el día Jueves Seis de Julio a las seis de la tarde. Decidí comenzar por el hipermercado Metro. Primer hipermercado inaugurado en el Cono Norte en 1997, el cual ha sufrido varias transformaciones.
Cuando este fue abierto ocurrió lo mismo que con el Plaza vea. Como ya dije, nunca antes había estado en una de éstas inauguraciones pero lo supe porque fue una gran noticia. Al par de semanas acudí a visitarlo y me di con la sorpresa de que el lugar estaba muy desorganizado, ni siquiera tenía piso y la gran cantidad de gente no permitía conseguir un producto fácilmente. Sin embrago, la mayoría de los concurrentes estaban muy felices con los servicios por ser una novedad, no les importaba la calidad, quizá hasta les parecía muy buena por la falta de costumbre.
En esta oportunidad, en cuanto llegué me topé con algo que no vi en otras ocasiones y a decir verdad no había ido hace buen tiempo atrás. Pude observar un par de artistas de los que usan spray para sus obras con gente alrededor observando su arte. En este caso, a diferencia de lso que encontramos normalmente en la calle, estaban muy bien vestidos, una bata celeste trabajando en una mesa, distinto al piso donde mayormente se encuentra a estos muchachos. Esto me pareció un buen aporte para el público. Al observar más allá me encontré con un grupo de gente observando algo que parecía ser un show, al acercarme vi un grupo de bailarines sudando la gota gorda mientras imitaban a un joven no muy alto, de cuerpo atlético que se movía enérgicamente. Pude descubrir que era un gimnasio al aire libre. Es extraño ver cosas como éstas, cosas que sólo se pueden encontrar en los Conos pero que la mayoría de la gente que acude les agrada y sirve como un medio atracción al público y a la vez un foco para curiosos y amigos de lo ajeno, que por lo que me percaté, tenían el ojo bien abierto en busca de una posible víctima. Digamos que todo tiene sus pro y sus contras personalmente esto resulta ser para mí algo en contra, no me agrada asistir a un lugar con ese tipo de espectáculo y con demasiada gente o sufriendo temor o desconfianza mientras camino, cuando debería ser todo lo contrario, un espacio seguro para los que consumimos. Pero sé que en mi condición de minoría tengo que aceptar estas condiciones y buscar otros espacios donde sentirme segura.
Otra cosa que me sorprendió fue que mientras hacía mis anotaciones se me acercaron dos niños, uno detrás del otro a pedirme dinero o a pedirme que les compre un caramelo. No tengo problema con eso, pero también es algo peculiar. Que ocurra esto y que la gente se halla acostumbrado a esta situación que en otros distritos no se permitiría.
No hay que dudar que al encontrarse, estos artistas y bailarines, dentro de Metro le dan un toque exclusivo a lo público y popular del asunto, por lo menos dentro del Cono Norte. Digo esto debido a una anécdota que me ocurrió: cuando me di cuenta de que la gente que rodeaba al artista se habían ido, me acerque a pedirle una foto de él (el artista) en acción con sus pinturas. Sin embargo, me respondieron apenados que debería de solicitar un permiso a la jefa de promociones, la cual daría visto bueno a los de seguridad. De esta manera una simple foto tenía detrás todo un trámite administrativo, a los que todos los peruanos estamos acostumbrados. Con confianza en que me darían el permiso fui en búsqueda de la persona encargada, la cual contesto que el permiso solo lo daba en la Agencia Central. Así que como buen peruana también acostumbrada a buscar la forma de saltar todo tramite tedioso , saque la cámara y tome algunas fotos sin flash para que no me saque del lugar.
Esta mezcla de nuevas costumbres que vienen a convivir cuando la explosión comercial llega hasta los puntos más pobres de la cuidad de Lima y mezclada con las reglas universales de estos establecimientos suelen chocar con las costumbres de la gente los cuales intentan con el dinero entrar en el intercambio monetario rápidamente sin prestar atención en la calidad.
Lo mismo se pueden decir de los cines de Royal Plaza con entradas mucho más baratas y con muchas promociones para llamar cada vez más público en sus salas que definitivamente son más pequeñas que las de otros Cines.
El Royal Plaza fue el primer establecimiento que apareció justamente al frente de Metro creando una sinergia en la zona. Con los Cines y la novedad de alquiler de películas (Bluckbuster) el cual no dio muchos frutos en esta zona y no tardo en desaparecer( debido a la ala costumbre generalizada de la pirateria). Hoy, el Royal Plaza ha crecido con una nueva tienda de ropa que se une al Gamarra Norte que estuvo desde un inicio.
A mi llegada me senté en una silla del patio para comer, con señoritas que atendían cortésmente pero con sus características particulares que las diferenciaba: ellas se encontraban afuera de la zona de mesas intentando atraer la mayor cantidad de clientes, las típicas “jaladoras”. Al sentarme y observar, lo primero que me percate fue de la pantalla gigante que reproducía una grabación de un show en el mismo Royal Plaza, un Festival de Música Criolla en vivo con dos concursantes que competían por saber cual de ellas bailaba mejor. Lo más graciosos fue descubrir el gran número de curiosos espectando esta grabación que personalmente no me causaba mucho agrado.
Me dirigí al Mega Plaza por una nueva vía comercial que se transformó al ser la única unión peatonal entre Metro, Royal Plaza y Mega Plaza. Pollerías, Restaurantes, grandes tiendas de ropa y celulares, hasta una feria de DVD´s piratas, una vía donde se puede observar claramente el flujo de gente entre estas dos ancla, que encuentran en este espacio intermedio un comercio diferente: más popular. En ese momento, no pude evitar que mi instinto arquitectónica volara un poco identificando e imaginado una nueva cara a ese lugar ( pero eso ya podría ser un tema para otro blog) mientras en público transitaba con los productos que ya han adquirido, porque la capacidad de compra no está en juicio.
En el nervio comercial del Cono Norte, alrededores del cruce de la Panamericana con la avenida Carlos Izaguirre, la planta de ensamblaje de lo que alguna vez fue la Ford Motor ha cedido el paso al Mega Plaza, enorme bloque de acero y cemento levantado sobre un área de casi 100 mil metros cuadrados, que es hoy en día el corazón comercial del norte limeño.
Saga llego con el rimbombante nombre de mega-hipermercado Tottus, donde se puede encontrar desde un pimiento hasta una computadora, pasando por ropa, calzado e infinidad de artículos para el hogar. La explicación para mezclar comestibles con los productos tradicionales de Saga es que la mayor parte de los dos millones de personas que viven al norte de la capital destinan el 50% de sus ingresos a la alimentación. Sin descuidar las grandes ofertas en ropas. Tienen productos más baratos que otras tiendas y están al nivel competitivo de Gamarra. En el otro extremo también está Ripley Max. Y si bien no vende comestibles como Tottus, tiene productos y precios como en sus otras tiendas, pero más atractivos al público del Cono Norte.
La característica común entre Tottus y Ripley Max: la gente alucinada por comprar un producto en estos dos lugares sin importar su calidad y pensando que ahí es mejor, lo cual es falso al comparar el tipo de productos que aquí se oferta con otras sucursales de la misma tienda. Quizá por eso aquí el Ripley lleva el apellido Max.
Recuerdo los primeros días en que abrieron. Un mar de gente, muchos de ellos que nunca habían ido a un lugar así. El Mega Plaza extendió la sinergia convirtiéndose en el mayor nodo comercial del Cono Norte. Personas paradas en la fachada principal observando a los que si pueden pagar un gimnasio como el Gold´s Gym. Otro gran grupo haciendo grandes colas en el Fast Food y por sentarse en una de las 1,800 sillas del patio para comer. Aún hoy la gente, más acostumbrada, sobrepara en frente del gimnasio para mirar el baile. Y en el patio para comer, la gente sigue esperando escuchar su nombre para recoger su combo, no por medio de un micrófono como es usual, sino a viva voz por parte de los jóvenes que atienden.
La mayoría de personas que atienden en el Mega Plaza, son jóvenes del Cono Norte, la atención recae en gente de la zona lo cual permite un servicio particular, una buena relación vendedor-comprador al ser ambos del mismo grupo social y económico. Nada mejor que gente como uno para sentirse cómodo e identificado.
En lo que respecta al diseño del espacio, el Mega Plaza es un Centro Comercial amplio y sin techo en la plaza principal, donde la gente puede sentarse a conversar como si estuviese en su barrio, o mejor aún, en su pueblo, lo que no se ve en el diseño del Jockey Plaza, en el que se ven numerosas tiendas una detrás de otra en varios pisos.
El Mega Plaza con una gran cantidad de tiendas de diferentes rubros las cuales fueron creciendo desde su apertura apareciendo cada vez más. En la parte posterior no podía faltar una zona de stands, 210 tiendas de 8 metros cuadrados tipo Polvos Azules las cuales no se encuentran en el Jockey Plaza. Ni siquiera en Plaza San Miguel. Este crecimiento me hace pensar que la mayoría de gente estaba extasiada por este nuevo tipo de comercio con el que no estaban familiarizados y del que gozaban sin importarle la calidad del producto y del servicio, sin importarles tampoco que existiera otro sector de la cuidad que contaba con mejores tiendas, ropas y comida. Porque desde su punto de vista, ellos tenían lo mismo. Estos servicios y productos eran suficientemente buenos para ellos. Sin embargo, este grupo de gente de clase C y D ha ido mejorando su justo y exigiendo más, uniéndose al otro grupo más pequeño de clase media de la zona más exclusiva de Cono Norte, los cuales desde un inicio exigieron un Centro Comercial, pero de mejor calidad. El despertar de este sector de la Ciudad, hizo que el Mega Plaza necesitara expandirse construyéndose últimamente un Sodimac y posteriormente un Saga Falabella en una zona posterior y un nuevo ingreso.
También se puede ver un aumento del gusto por el séptimo arte al contar no solo con Cineplanet del Royal Plaza, sino también con el Cinemark con su complejo con salas estadio, asientos reclinables y sonido digital, las cuales se mantienen constantemente llenas de asiduos espectadores.
Otra forma de darnos cuenta del gran movimiento económico de esta zona de la ciudad es ver como los cajeros de los cinco principales bancos de la capital empiezan a mover las manos repletas de billetes, y en el mismo mega plaza, se han abierto hasta 2 agencias de cada banco.
El Mega Plaza tuvo que abrir un ingreso posterior la cual nos permite ver la realidad de la ubicación de este Centro Comercial encontrándose en la Zona Industrial de Independencia, llena de Fábricas y de calles oscuras. La Avenida Industrial y la Calle a espaldas del Royal Plaza que cuenta con algunos hostales que anteriormente venían con meretrices incluidas, que se han visto obligadas a retirarse a otras zonas por el flujo de gente que actualmente existe por las calles.
La hamburguesa con todas las cremas seguirá siendo popular en el Cono Norte. La única diferencia es que ahora está Bembos para compartir las ganancias con los carritos sangucheros. El espectáculo del chino que prepara el "aeropuerto" el paso ha encontrado un franco competidor, se llama China Wok. El consumismo se ampara en la modernidad. Los juegos mecánicos ya no deambulan por los terrenos baldíos en camiones, llegan desde Europa, y el otrora cine más grande de Lima, el temible Túpac Amaru, luce derrotado por las irresistibles cadenas de multicines. El éxito de los negocios marcha al ritmo del zapateo provinciano, o los acordes de una guitarra eléctrica. Y la gente le sonríe a los nuevos emporios del consumismo estilo bajo una noche con calles alumbradas de luces fosforescentes.
quizá no se podrá encontrar tiendas Tommy Hilfiger pero sí Adams, tampoco Bruno Ferrini pero sí Bata. Sin embargo, este último mes se estuvo terminado de construir sobre el Tottus una variedad de amplios stands, que nos permiten ver cuan exclusivo se está convirtiendo el lugar o mejor aún, que las grandes empresas (en su mayoría de ropa) han virado sus expectativas a esta zona pues el crecimiento es exponencial. A su vez, se está terminando el nuevo Centro Bancario, que permitirá el movimiento económico, que está necesitando el Cono Norte, ya que a pesar de las numerosas agencias de los diferentes bancos aun existe una necesidad que satisfacer.
Pero el secreto del éxito de este emporio comercial nunca estuvo basado sólo en instalar grandes tiendas, sino que siempre supo qué hacer para satisfacer a su público.
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La primera imagen es un afiche diseñado por mi grupo de Realidad Social Peruana: Mila, Naci y Fabio. La mayor parte de este journal fue escrito durante el año pasado. El día de hoy decidí transcribirlo y a su vez actualizarlo con algunos datos recién encontrados.

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